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Arquitectos: LAGAR Arquitectos
- Área: 800 m²
- Año: 2019
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Fotografías:Nico Saieh
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Proveedores: Comercial Arratia, Rothoblass
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Localizado en las afueras de la ciudad de Puerto Varas, en el borde del río Maullín, corredor biológico acuático reconocido por su rica biodiversidad que recibe especies nativas y en migración, el edificio Keepex surge a la vez como un desafío y una oportunidad de desarrollar un habitar congruente con la cultura de la empresa y de su medio ambiente.
Keepex es una innovadora empresa que se especializa en generar tecnología en difusión de gases y el ciclo del agua para las industrias de la región, nos asociamos en este proyecto para diseñar el nuevo taller de prototipos y oficinas en un edificio amigable con el entorno y el medio ambiente, que sea coherente con la cultura de la empresa, basada en la integración, la confianza y un profundo compromiso con las personas y el entorno.
Rápidamente entendimos que el proyecto era el edificio, pero también el lugar donde se emplaza, el bosque que lo rodea, la orilla del río, el camino de acceso y la experiencia amable de los trabajadores al recorrer el edificio. El galpón de 12x50 metros se esconde desde la calle, manteniendo como primera imagen el perfil de los árboles y el paisaje de bosque templado, proponiendo un camino interior que recorre el terreno en un solo sentido.
Nos acercamos al edificio junto a los árboles, el acceso está oculto y aparece enmarcado en una placa de acero corten después de atravesar un tramo del bosque. No hay guardia ni recepcionista, la puerta automática se abre al acercarse y una generosa escalera con vistas a los Arrayanes invita a subir. El concepto clásico de “oficinas” no sirve para describir el espacio: un conjunto de estares y mesas de distintas formas y alturas ofrecen una gran diversidad que da espacio a distintas reuniones y posibilita elegir el mejor lugar para la terea del día. La doble altura permite un altillo y una terraza interior con vistas al taller de prototipado que se encuentra sobre el casino y sala de juegos.
El diseño es sobrio, con muy pocos materiales bien ensamblados y soluciones constructivas que esconden las piezas de unión; es la estructura en su conjunto el único ornamento arquitectónico. Como resultado, se lograron espacios estimulantes, amplios y cálidos en contacto con la naturaleza exterior a través de las entradas de luz natural, para vivir el permanente cambio que generan las nubes y las horas del día. La flexibilidad del diseño permite infinitas configuraciones en el taller de prototipos y en las oficinas, con ese criterio se diseñó también el casino que funciona como sala de capacitación y el patio de pruebas, donde en las tardes se imparten actividades extraprogramáticas. Los espacios y sus muebles fueron pensados juntos y coordinados con las mueblistas de @surdeco.
Pensamos los materiales que generaran el menor impacto en su elaboración y en el terreno, la madera laminada, tiene un buen comportamiento sísmico y contra el fuego, además de tener una huella de carbono positiva, nos permitió un montaje limpio y rápido, sin residuos en obra. Revestimos los muros y el techo con paneles metálicos aislados, dimensionados para dar un alto confort térmico y energético. Para los pavimentos usamos losas radiantes de hormigón afinado. También las ventanas y tragaluces están diseñadas y calculadas para dar una luz grata y homogénea durante todo el año.
El cuidado del medio ambiente es una prioridad, por lo que se escogió un terreno ubicado a 4 km de Puerto Varas, en la orilla oriente del Rio Maullín, donde viven más de 90 especies de aves, entre ellas, más de la mitad de las aves acuáticas chilenas y otros animales en estado crítico de extinción, como el Hullín. El bosque se mete en el rio transformándose en impresionantes manglares y la fluctuación del rio dibuja una orilla variable inundando bosques y playas.
Keepex busca tener un impacto positivo en el ciclo del agua para diferentes industrias: nosotros pensamos en diseñar un edificio que maximice los impactos positivos en las personas que ahí trabajan. Esta es una idea transversal en todas las escalas del proyecto, desde el lugar, la construcción y el mobiliario. El desafío central para no contaminar este ecosistema pasaba por asegurarnos de no intervenir la calidad del agua del rio. Elegimos el lugar más alto del terreno donde no había árboles, nos distanciamos del bosque lo suficiente para no tocar los árboles, pero suficiente para que el edificio se mimetice con la sombra de los árboles. Se instaló una planta de lombrifiltros para el alcantarillado que, después de un filtro ultravioleta, se infiltra en un dren subterráneo.
El clima también planteaba desafíos por los 1800mm de lluvia al año, fuertes vientos y largos inviernos. Diseñamos un galpón a dos aguas orientado al norte para tener la mejor luz posible durante todo el año a través de medidas ventanas que ajustamos con celosías y tragaluces cenitales. Esto nos permite disminuir el uso de lámparas, tener una grata experiencia lumínica interior, además de reducir el consumo eléctrico y mantener el calor de las losas radiantes interiores.
El proceso de diseño fue muy cuidado, con varias visitas al terreno durante un año para entender el lugar y los cambios del agua en el suelo. Estudiamos varias alternativas de uso del terreno y tipos de galpones para dar con la mejor solución integral. Buena parte del éxito del proyecto lo atribuimos a la comunicación efectiva y fluida con la gente de Keepex.